Capital de la
Costa del Sol, situada en la zona más
septentrional de Andalucía, destaca por su especial
luminosidad. Málaga se ha convertido en uno de los destinos turísticos más importantes de la Península, no sólo por su
clima seco y caluroso sino además por el
atractivo de los pueblos colindantes.
Pese a que se ha rendido a los jugosos ingresos que derivan del turismo de sol y playa, lo que le ha llevado a adaptar su imagen y sus actividades económicas, su centro histórico permanece inexpugnable.

Su
origen se remonta a la
prehistoria, de la que guarda restos en lugares como
Benaoján y
Antequera. Con la llegada de los primeros
comerciantes fenicios, empiezan a aparecer los primeros
centros urbanos. Los
romanos la convirtieron en uno de los
núcleos comerciales del Imperio por su privilegiado emplazamiento a orillas del Mediterráneo.
Este pasado ha impregnado la
arquitectura de una cierta singularidad. Las tradicionales
casas blancas adornadas con multitud de
flores aún se pueden contemplar en muchos de los pueblos de la provincia.

En la
Plaza del Obispo se encuentra
la Catedral, uno de los monumentos más importantes de la ciudad. Se conoce popularmente por el nombre de
La Manquita, debido a que una de sus torres
está inacabada. Fue construida en el
siglo XVI, por orden de los
Reyes Católicos, sobre la base de una antigua mezquita. De
estilo gótico, en su interior se observan influencias renacentistas y barrocas. Destaca la
sillería del coro en la nave central y, sobre todo, la obra escultórica de
Pedro de Mena.

Testigo de la ocupación árabe se erige
La Alcazaba. Se trata de una
fortificación palaciega construida en la roca. Está emplazada en un
cerro, en cuya parte más alta se encuentra también
el castillo de Gibralfaro. Esta obra militar es, además, la más importante que se conserva en España. Posee
hermosos jardines y en su interior
acoge al Museo Arqueológico.
A parte de por su belleza, la ciudad es conocida a nivel mundial por haber engend

rado a uno pintores más excepcionales del siglo pasado:
Pablo Picasso. Y es que hablar de Málaga es hablar del padre del cubismo. En la
Plaza de la Merced se puede visitar la
casa donde en 1881
nació el pintor, ahora convertida en museo. Desde 1998 alberga
la Fundación que lleva su nombre y acoge una colección de 3500 piezas de más de 200 artistas. De
entrada gratuita, entre sus principales
atractivos se encuentra una nutrida
biblioteca, una
hemeroteca y
material audiovisual sobre Picasso y el arte contemporáneo, además de una
sala de exposiciones que acoge muestras de artistas nacionales e internacionales.

Málaga cuenta además con
jardines que por su patrimonio vegetal se encuentran entre los mejores de Europa:
El Retiro,
La Concepción y
El Parque. De entre estos destaca el
Jardín Botánico-Histórico de La Concepción por su valor vegetal e histórico. Su colección de
palmeras está considerada de las
mejores en Europa; compuesta por cerca de 100 especies, tiene
ejemplares únicos como una
datilera de siete brazos. Posee un jardín romántico reconocido en 1943 como “
jardín histórico-artístico”.
En cuanto a la
gastronomía, la ciudad es conocida por sus frituras, y en especial, por su
pescaíto. Numerosos restaurantes cercan el
Paseo Marítimo Antón Martín para ofrecer al visitante los populares
espetos de sardinas que pueden ser degustados a pie de playa. Sopas frías como el
ajoblanco a base de aceite de oliva, ajo y almendras, o el
gazpacho andaluz coronan la estación estival.